Christoph Waltz se alzó con el Globo de Oro al mejor actor de reparto en la edición de 2010 por su papel en el film de Tarantino, Inglourious Basterds. En esta ocasión se enfrentaba a actores de la talla de Woody Harrelson por su papel en ‘The Messenger’, Matt Damon por ‘Invictus’, Stanley Tucci por ‘The Lovely Bonnes’, y Christopher Plummer en ‘The Last Station’.
El actor daba vida a Hans Landa, un militar nazi cazador de judíos durante la II Guerra Mundial. El argumento recoge la matanza de la familia de Shosanna Dreyfus en la Francia ocupada. La chica consigue huir a París, donde vivirá con otra identidad y será la propietaria de una sala de cine. Asimismo, Aldo Raine, interpretado por Brad Pitt; entrena a un grupo de soldados judíos para acabar con objetivos concretos. El grupo de hombres junto con una actriz alemana infiltrada, tienen como propósito acabar con el Tercer Reich dentro de la sala de cines donde Shosanna se vengará por el asesinato de su familia.
Este film bélico con toques de humor sarcástico, supone una gran revolución en el trato que se le da a la II Guerra Mundial, ya que Tarantino ha sido el primer cineasta que se atrevió a asesinar a Hitler.
Una vez que el premio le fue entregado a Christoph Waltz, este alegó que fue una experiencia alucinante, y reconoció no haber imaginado nunca interpretar un papel en relación a tan cruel hecho histórico, y agradeció a Tarantino haberlo llevado con tanta maestría.